Y viene al caso, por la crudeza del
frío y de la crisis por la que atravesamos.
Los servicios básicos han subido el triple que los salarios desde el 2007.
El recibo de la luz
acumula entre el 2007 y el 2014 un incremento que cuadruplica la inflación.
El gas y el agua de la
familia-tipo también multiplican los aumentos del IPC y de los sueldos.
Hay quien dice que lo único más veloz que la luz es su precio. Y tiene
un cierto sentido. Desde el 2007, el último año de bonanza económica y previo
al estallido de la crisis, la factura eléctrica se ha encarecido más del 56% de
media para la familia-tipo (una potencia contratada de 5,75 kilowatos y un
consumo anual de 3.487 kilowatios por hora al año, según el perfil que recoge
el IDEA (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), frente
al 12,3% del salario medio y el 15,4% del índice de precios de consumo (IPC)
durante el mismo periodo. Los incrementos varían en función de la potencia
contratada.
El consumidor medio ha pasado de pagar 67,62 euros
en enero de 2014 a 79,62 euros un año después, o sea 12 euros de diferencia. El
kilovatio ha subido cerca del 18%. Hay alguna explicación para ello? No lo
creo. Los consumidores tampoco.
El 82% de los consumidores cree que el precio
de la luz no se ajusta a su consumo, una
percepción que también se aplica a otros productos como el gas o Internet,
aunque en porcentajes inferiores.
El 96% de los encuestados dice haber notado
un incremento en el precio de la luz en el último año y un 39% afirma que su
factura se ha encarecido más de un 10%.
Pienso que el Gobierno de Rajoy debería acometer una intervención
contundente en el sector eléctrico para que las tarifas se establezcan sobre la
base de los costes reales de la generación energética y los usuarios dejemos de
ser víctimas de prácticas oligopolísticas, con una indefensión absoluta.
Tampoco creo que acometa este cambio en el sistema eléctrico, y menos en
periodo electoral (aunque nunca se sabe...! por ser sarcástico).
Y puestos a proponer (...y estamos en tiempo de propuestas electorales),
por qué no una auditoría del déficit de tarifa y un cambio legal para prohibir
las “puertas giratorias” que tanto nos están perjudicando a los usuarios de
servicios, y por ya puestos, por qué no prohibir la incorporación de
exconsejeros grandes compañías como Altos cargos de la Administración? Cuándo
va a acabar todo esto?
Mientras tanto, los ciudadanos seguimos viendo pasar impertérritos por delante
de nuestras narices a los Rato, Acebes, Zaplana, Martín Villa, Blesa, Solves, González
y Aznar, como si no fuese con ellos la película. Lástima de país!