viernes, 11 de noviembre de 2016

Malos tiempos para la lírica

No corren buenos tiempos. Rajoy, sin mayoría, gobernando con la abstención del Partido Socialista, como un mal menor –dicen-. A miles de kilómetros, contra todo pronóstico, Donald Trump elegido presidente de los Estados Unidos. Los sondeos no coinciden con la cruda realidad. Estamos ante un cataclismo de la “rebelión de las masas”. El desencanto ciudadano cunde por doquier. Los tradicionales partidos están en crisis. En Europa se han multiplicado los terremotos electorales, con nuevas formaciones de extrema derecha y de partidos antisistema (Hungría, Holanda, Italia, Grecia, España...). El paisaje político aparece radicalmente transformado.

La globalización ha volado por los aires, al pairo de lo que pudiera sobrevenir. Todo corre que vuela. La confusión es total. No hay forma de hacer planes a corto, ni medio, ni largo plazo. Lo que hoy parece que es tendencia, al día siguiente lo cambia el marketing y otros intereses difusos. Mensajes y promesas que no se cumplen. Lo que hoy es blanco, mañana es negro. El contrato social y la cohesión social finiquitados: crece la desigualdad. Crisis de valores cuestionada, frente al auge del populismo.

Hoy por hoy, el consenso y los principios sobre los que Occidente se reconstruyó, tras la II Guerra Mundial, están siendo cuestionados desde los 80’s: derechos humanos, igualdad y democracia. Recordemos que las políticas de desregulación financiera, los tratados de libre comercio y las privatizaciones surgieron de los Estados Unidos de Reagan y el Reino Unido de Thatcher, con una gran campaña de satanización mediática contra todo lo público, supuestamente causante de la ineficiencia del sistema económico, la corrupción y la mala administración, que solo podía solucionar la iniciativa privada.

El éxito de Trump se basa, precisamente, en la quiebra de la globalización neoliberal, como forma que adoptó el capitalismo para “solucionar” las distintas crisis. Ponga un Berlusconi en su vida! Inquietud es lo que genera el nuevo líder del mundo. Sus mensajes xenófobos en campaña son aterradores, sobre todo para personas vulnerables: actitud chulesca y denigrante ante mujeres y discapacitados, levantamiento de otro muro de la vergüenza, expulsar a millones de inmigrantes, un hombre un arma, pro-Putin frente a la Unión Europea, cuestiona el cambio climático y el sostenimiento de la OTAN, promueve la insumisión para no pagar impuestos, mensajes a favor del ultranacionalismo, etc. Mientras, la extrema derecha mundial lo celebra.

Que Dios nos pille confesados. Amén.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Cuando el árbol no deja ver el bosque

El paro subió en septiembre en 22.801 personas y deja 3.720.297 desempleados, muchos de ellos Ni-Ni’s. Empieza el primero de nueve los juicios a la trama Gürtel, con implicación de 37 persona, a los que se les reclama 450M/€, con partícipes de sobra conocidos y beneficiarios como el propio PP y una exministra, Ana Mato. Del esperpento de las tarjetas black... mejor ni hablamos, mientras, se disparan los abusos bancarios, como las comisiones, las cláusulas suelo y las preferentes, perjudicando gravemente los intereses de los consumidores, que se ven indefensos ante tanto despropósito.

Por otro lado, este fin de semana ha sido movidito en el seno del principal partido de la oposición, si bien el conjunto de la sociedad coincide en que este Partido centenario es necesario para todos. Cierto es que el PSOE es un partido acostumbrado a rearmarse, tras sus numerosas crisis derivadas de la vida orgánica del PSOE.

En el seno del PSOE siempre han convivido distintas sensibilidades y ahora hemos tenido la oportunidad de verlo en en vivo y en directo. Los conflictos han ido surgiendo por los distintos posicionamientos sobre determinadas políticas, por el modelo del partido, los principios rectores de la organización, la elección de los líderes o la participación de la militancia. Pero, el PSOE siempre se ha recompuesto, y en esta ocasión debe hacerlo con la celeridad que requieren las delicadas circunstancias políticas del país. Me remito a lo dicho por Pedro Sánchez en su despedida: «Hoy más que nunca hay que sentirse orgulloso de militar en el PSOE».

Es conveniente que la crisis de liderazgo y legitimidad quede resuelta lo más pronto posible, por la perentoria necesidad de “ir sin prisa, pero sin pausa”, en beneficio del país y del propio Partido. Veremos.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Vuelta al cole


Menuda vuelta a la normalidad -si se puede llamar así-, después de las merecidas vacaciones -para algunos-! En agosto, el paro aumentó en todos los sectores de actividad, destacando el sector servicios, donde se incrementó en más de 18.000 personas paradas, seguido de la agricultura, la industria y la construcción. Según el Instituto Nacional de Estadística, el paro afecta a un 20% de la población activa, 4,57 millones de personas.

Mientras tanto, Rajoy, “el Perseverante”, asiste impertérrito a que le suelten en los mismísimos morros que no se fían de él, nada más y nada menos que dos tercios de la Cámara, ni tan siquiera su, hasta hace poco, único aliado coyuntural para ser investido presidente. Razones tienen, justo dos minutos después de fracasar en la sesión de investidura, nos sorprenden con el vergonzante affaire del exministro Soria, al que se pretendía nombrar director ejecutivo del Banco Mundial, con medias verdades. Recordemos que no existió tal convocatoria pública ni publicidad en el BOE, porque se trataba de un cargo de libre designación del Gobierno y no un concurso de méritos, decidido por 5 altos cargos del PP que deberían haber dimitido ya, junto al ministro De Guindos y su mentor, el propio Rajoy. Dicen que por cuestiones meramente técnicas (que ahora han decaído) no se le puede denegar el puestazo, con el falaz argumento de que “si un funcionario no puede ser funcionario ¿esto qué es? (como decía el presidente en China)”. ¿Nos toman el pelo? Mentiras y más mentiras.

El dontancredismo mariano no debe imbuirnos a todos. Más de quince millones de españoles, o sea 213 diputados, frente a 137 (7’9 millones) han votado proyectos de cambio. Es sabido que Rajoy no concita simpatías entre las formaciones de centro-derecha –por muy gracioso que lo encuentren-. Nos falta una poquita imaginación política y nos sobra arrogancia (a algunos más que a otros). Iglesias y Rivera deberán medioentenderse. El Partido Socialista y los demás partidos del cambio deben aclarar qué van a hacer. Todo es posible y existen innumerables opciones, incluso gobernar en minoría pactando los grandes temas de Estado.
Este país se merece que las fuerzas del cambio hagan cuanto antes un esfuerzo y pacten un gobierno alternativo al de la mentira, los enchufes, los recortes ideológicos y la fustigación a las capas más débiles en beneficio de las capas más pudientes. No se sostiene que los bancos hayan devuelto tan sólo el 5% de los 51.000 millones/€ prestados para salir del presunto colapso financiero y que sigamos con los desahucios.

Pónganse de acuerdo para dar seguridad y den certidumbre a los españoles, respecto de qué se ha de hacer y cómo. De lo contrario, seguiremos por la senda del hartazgo de la ciudadanía, la inquina hacia la política y los políticos.

jueves, 30 de junio de 2016

Que corra el aire.


Podemos pensaba que unas segundas Elecciones le serían más favorables que los resultados del 20D,  esa ha sido su estrategia electoral, sin importarle el sentido del voto coincidente con el del PP en la sesión de investidura pasada. El secretario de Organización de esta formación piensa y dice que deberían dimitir todos los analistas políticos externos, obviando que la mayoría de su cúpula son polítólogos, con mensajitos de amor y “malas hierbas”. Siguen mirándose el ombligo, con declaración de guerra interna.

Las encuestas no han acertado en nada. Nada de “sorpasso”, nada de presidir el gobierno desde la izquierda y consiguiente reparto de sillones... Tampoco resulta sorprendente la práctica desaparición de Izquierda Unida, una vez integrada en el nuevo/viejo Partido, con lamentos de antiguos líderes de este partido, entre otras cosas, al elegir el momento de confluencia de estas formaciones, decidida desde las alturas con la participación de algún jubilado obsesivo.

Repito: la izquierda dividida y la derecha a partir un piñón. Poco o nada ha cambiado el panorama en seis meses: se ha impuesto el “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, frente a la regeneración necesaria. La autocrítica brilla por su ausencia y está clara para todos: demasiados protagonismos.

Esto no funciona, ni con los antiguos ni con los nuevos, y no debemos perder más tiempo en dar soluciones a los problemas vitales de la gente, inducidos y heredados. No podemos tener unas Elecciones a cada “dos por tres”, por la incapacidad de dialogar por quienes tiene la responsabilidad de gobernar. La gente se cansa. La izquierda social ha alcanzado los 11 millones de votos, frente a una derecha que se rearma con 7’5 millones de votos. 137 escaños frente a 213. Creo que está claro quién tiene la obligación de dialogar y llegar a acuerdos para recuperar derechos sociales y abandonar las políticas austericidas de la derecha europea que tanto daño han hecho a los más desfavorecidos. Si todavía se pretende recuperar derechos y representar a las clases populares y ser referente de la sociedad del bienestar, es necesario un giro de la izquierda hacia la izquierda, guardando las formas. Para conseguir un verdadero cambio debemos esforzarnos en una alternativa de progreso, con el liderazgo de una socialdemocracia consolidada y con los cambios necesarios en sus estructuras, eliminando la patrimonialización de los partidos por parte de los algunos y, si es posible, sin maniobras orquestales en la oscuridad.

Abran puertas y ventanas y que corra el aire.

Jaén, 30 de junio de 2016


ALFONSO IBÁÑEZ SÁNCHEZ

viernes, 6 de mayo de 2016

Sorpasso. Colaboración en Radio Linares-SER (6/5/2016).

Sorpasso


No está el patio para bromas, aunque hay gente a la que lo del sorpasso le suena a cachondeo, El tema es serio, porque de lo que verdaderamente se trata es de alcanzar el poder, los cielos o como quieran llamarlo. En definitiva, conseguir adelantar al otro en intención de voto, no sé si para cambiar las cosas o para cambiar y que todo siga igual. El hecho de que en esta convocatoria electoral “del fracaso colectivo” una nueva fuerza política se una a la desesperada con otra fuerza angosta no deja de ser una señal de mutua desesperación ante lo que ellos mismos han ocasionado. La negociación con Podemos está muy verde –dicen-, pero con el exiguo aval del 28% de su militancia. Una militancia poco participativa en el seno de los partidos, quizás por el aburrimiento que ocasionan sus propios dirigentes que, en algunos casos, se eternizan en sus cargos, sin convencer a su tropa.

Quienes deben estar muy contentos de que se repitan incertidumbres, mientras los problemas de la gente corriente siguen aparcados, son aquellos políticos profesionales (“zorrocotrocos”), que siguen con sus asuntos pendientes contra sus antiguos contrincantes. La izquierda seguirá en sus cuitas internas y la guerra de votos se dirimirá en el campo de batalla, mientras Rajoy espera fumándose un puro. O sea, más de lo mismo: la izquierda dividida y la derecha a partir un piñón.

La previsión de que se repita la situación genera opiniones para todos los gustos. Unos dicen que encerremos bajo llave al cuarteto de los mayoritarios, cuán cónclave de Viterbo en el siglo XIII, con dieta de agua y pan hasta que nombre al presidente. Otros piden austeridad en el gasto, programas y mensaje electoral, puesto que ya nos lo sabemos. Huir de la demagogia del gasto electoral que puede dar pie al autoritarismo del que salimos escarmentados. Incluso se habla del agujero negro de unos Partidos sobre otros.

En fin.

Del problema de los refugiados y cláusulas suelo mejor hablamos en otra ocasión.