miércoles, 7 de septiembre de 2016

Vuelta al cole


Menuda vuelta a la normalidad -si se puede llamar así-, después de las merecidas vacaciones -para algunos-! En agosto, el paro aumentó en todos los sectores de actividad, destacando el sector servicios, donde se incrementó en más de 18.000 personas paradas, seguido de la agricultura, la industria y la construcción. Según el Instituto Nacional de Estadística, el paro afecta a un 20% de la población activa, 4,57 millones de personas.

Mientras tanto, Rajoy, “el Perseverante”, asiste impertérrito a que le suelten en los mismísimos morros que no se fían de él, nada más y nada menos que dos tercios de la Cámara, ni tan siquiera su, hasta hace poco, único aliado coyuntural para ser investido presidente. Razones tienen, justo dos minutos después de fracasar en la sesión de investidura, nos sorprenden con el vergonzante affaire del exministro Soria, al que se pretendía nombrar director ejecutivo del Banco Mundial, con medias verdades. Recordemos que no existió tal convocatoria pública ni publicidad en el BOE, porque se trataba de un cargo de libre designación del Gobierno y no un concurso de méritos, decidido por 5 altos cargos del PP que deberían haber dimitido ya, junto al ministro De Guindos y su mentor, el propio Rajoy. Dicen que por cuestiones meramente técnicas (que ahora han decaído) no se le puede denegar el puestazo, con el falaz argumento de que “si un funcionario no puede ser funcionario ¿esto qué es? (como decía el presidente en China)”. ¿Nos toman el pelo? Mentiras y más mentiras.

El dontancredismo mariano no debe imbuirnos a todos. Más de quince millones de españoles, o sea 213 diputados, frente a 137 (7’9 millones) han votado proyectos de cambio. Es sabido que Rajoy no concita simpatías entre las formaciones de centro-derecha –por muy gracioso que lo encuentren-. Nos falta una poquita imaginación política y nos sobra arrogancia (a algunos más que a otros). Iglesias y Rivera deberán medioentenderse. El Partido Socialista y los demás partidos del cambio deben aclarar qué van a hacer. Todo es posible y existen innumerables opciones, incluso gobernar en minoría pactando los grandes temas de Estado.
Este país se merece que las fuerzas del cambio hagan cuanto antes un esfuerzo y pacten un gobierno alternativo al de la mentira, los enchufes, los recortes ideológicos y la fustigación a las capas más débiles en beneficio de las capas más pudientes. No se sostiene que los bancos hayan devuelto tan sólo el 5% de los 51.000 millones/€ prestados para salir del presunto colapso financiero y que sigamos con los desahucios.

Pónganse de acuerdo para dar seguridad y den certidumbre a los españoles, respecto de qué se ha de hacer y cómo. De lo contrario, seguiremos por la senda del hartazgo de la ciudadanía, la inquina hacia la política y los políticos.